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Estar contigo es estar con el miedo a estar sin ti...

Quiéreme si te atreves

Esta mañana me he levantado con el pie izquierdo, o bueno, no se con que pie me he levantado, sólo se que me desperté con un día tonto, o majadero, como los llama Dolo...días majaderos en los que te cae mal todo el mundo y sientes la necesidad de llorar porque quieres, por que te apetece...así sin más...y esta mañana esa era la sensación que lo impregnaba todo...sentía que no había seguridad en nada, que todo esto era un castillo de naipes que ante la brisa más suave se derrumbaría y que toda la cola que le estaba echando para pegarlo no iba a servir de nada, como si el amor que pones en una relación no fuera más que pegamento caduco, que no importa cuanto eches, simplemente no depende de ti, hagas lo que hagas puede salir bien o se puede caer con un pequeño soplido...
Así me sentí durante toda la mañana, sí, un día negativo, pesimista, negro, frustrante, nada esperanzador, un día en el que necesitas un chute de buen humor y alegría urgente...No podía evitar sentir miedo por todo...miedo a que la pregunta ¿capaz o incapaz? cambie de respuesta...
y entonces todo cambió otra vez, volví a hablar contigo y ese sentimiento desapareció tan inexplicablemente como había llegado...sentí que te tengo, que estás conmigo, que el pegamento sÍ sirve porque tú también estás echando por tu lado y así sí que se pegan los naipes...pensé en tus ojos verdes y pensé en ti y en San Sebastián, pensé en todo lo que hemos vivido y lo que nos queda por vivir, en todos esos sueños que tímidamente compartimos intentando no asustar al otro con todos nuestros proyectos, sueños e ilusiones...pensé en que te quiero, en que hoy la vida es mejor que ayer, recordé que el mundo es mejor a tu lado, que los sueños son más fuertes cuando se construyen a cuatro manos, que estoy enamorado de ti...¿capaz o incapaz?



CAPAZ

Pasos De Cebra

Sí, si todavía lo dudas...tu fuiste ese amor de una noche que se asomaba a mis palabras hace algún tiempo...fuiste ese amor de una y dos noches...hiciste que aquellos días tuvieran un significado inesperado y genial, y eres el culpable directo de este estado de imbecilidad hermosa en el que me encuentro sumido...desde esa noche en la que no pudiste evitar reir al escucharme cantar con más motivación que afinación canciones de Britney al ritmo del alcohol, llenaste un espacio que no sabía que existía...y poco a poco fuiste ocupando cada uno de los rincones de este cajón que llaman Felipe...o pistacho...poco a poco te convertiste en alguien especial, en alguien enamoradizamente genial...

Y las risas, bromas, cervezas, bailes, fiestas, paseos, besos y abrazos que compartimos interpretan el papel protagonista de esta historia...los charcos, la lluvia y los amaneceres de San Sebastián se han convertido en momentos sorpresivamente inolvidables...y esos ojos verdes transparentes, ingenuos y sinceros se han metido hasta el tuétano de mis huesos...tu mirada al abrazarme, tus sonrisas al mirarme, tus besos al quererme...todo se resume en un momento de dulce locura en el que con cariño me tumbas sobre un paso de cebra y te tumbas a mi lado y los dos nos quedamos ahí, cogidos de la mano...mirando a las estrellas dejando de lado dudas, miedos y preocupaciones y pensando en todo lo que tenemos por delante...otra vez amor...otra vez ilusión...otra vez mi sombra y la tuya caminarán de la mano mientras el viento nos golpea al pasar por el peine...al mirarnos sentados en el muro pensando en todo lo que sentimos y todo lo que hemos encontrado...y en todo lo que nos queda por vivir...